Carlos Villalba.

Albert Camus, fundándose en una fórmula d’Ormesson, en el Figaro del 7 deseptiembre de 1944, tuvo a bien resumirla así: “Que la vida sea libre para cada uno y justa para todos”.

He aquí una hermosa manifestación de lo que hace esencialmente posible una vida social en democracia. Porque puedo expresarme y desarrollar mis proposiciones y criterios en tanto sea capaz de respetar a los que me dirijo, aun cuando éstos observen proposiciones y criterios diversos o contrarios a los míos. Es el respeto mutuo el que permite la libertad. Es el respeto el que sienta las bases para la vida familiar, por una parte, y social, por la otra. Y es, desde luego, esa palabra corta, corta y clara, la que arrastra, en sí, a dos de las palabras más largas en significación y derechos que una sociedad democrática conoce: Libertad y Justicia.

Bajo ese marco quiero colocar al Profesor Heinz Sonntag. Bajo ese marco, con respeto y cariño vivió siempre entre nosotros el Profesor de la Universidad Central Heinz Sonntag. Sociólogo de primera clase. Director del CENDES y del Observatorio Hannah Arendt , movido, aquí y allá no sólo por su interés en el conocimiento, sino por su necesidad de que ese conocimiento iluminara los caminos que conducen a toda sociedad hacia el bienestar común.

Quienes tuvimos la suerte de escucharlo y de compartir con él su pasión por Venezuela, sabemos hasta qué punto lo que digo es exacto. Y desde luego, hasta qué punto un hombre como él nos hará falta. Heinz, sin duda, es uno de los destacados profesores europeos, que, integrados a la Universidad Central de Venezuela, le han dado lustre a ella, no pudiendo menos que sentir, por este provecho, un vivo agradecimiento tanto a él como a su nación de origen.

A través de su obra escrita, y de su sistemática formación de discípulos, seguirá con nosotros. Soy de los que piensa que los hombres se van si los dejamos ir. Y ni enterrar, ni cremar, son suficientes para borrar a los que valen o quisimos. Únicamente la indiferencia o el olvido, matan. Y eso, en el caso de Heinz, no puede plantearse.