De las boinas azules, a las capuchas y a las manos blancas
Hablar de estudiantes, de movimiento estudiantil a lo largo de la historia venezolana y de muchas otras, es hablar de valentía, de espíritu crítico y cívico, de despojo de intereses personales para entender que la responsabilidad del futuro es atinente al ser joven y, ser joven es ser contestatario, inquieto, lúcido y irresolublemente transitorio. Una de las grandes virtudes de los movimientos estudiantiles es que son como un río perenne, como decía aquella canción: cada instante nueva el agua.