La actual pandemia del Covid-19 amenaza a la humanidad. Venezuela de ninguna manera es la excepción y debe aprovechar todos los recursos disponibles para enfrentar este peligro. Es, por tanto, inaceptable que, desde posiciones de poder, Diosdado Cabello amenace con enviar agentes de seguridad de estado a quienes contribuyen a alertar sobre esta situación. Tal barbaridad, emitida desde su programa televisivo, “Con el mazo dando” en contra de la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales (ACFIMAN) por haberse pronunciado con relación a la posible evolución de los contagios en el país. El pronunciamiento de ACFIMAN, basándose en el conocimiento sobre la dinámica de propagación de la epidemia en otros países y con el auxilio del instrumental estadístico apropiado, alerta que el pico del contagio en Venezuela puede ocurrir entre finales del presente semestre y septiembre, pudiéndose generar entre 1.000 y 4.000 casos cada día.

En Venezuela es notorio el colapso de los servicios públicos: los de la electricidad, suministro de agua, sanitarios y de asistencia médica. Asimismo, luego de siete años continuos de contracción económica producida por la aciaga gestión de Maduro, la gran mayoría de la población padece de condiciones de vida por debajo del mínimo requerido en materia de alimentación, servicios de agua y acceso a medicamentos, lo cual se traduce en una gran vulnerabilidad ante los estragos del Covid-19. A ello se suma la escasez de gasolina en todo el territorio nacional.

Las cifras oficiales publicadas sobre el Covid-19 indicarían que se encuentra, aparentemente, contenido. No obstante, las deficiencias antes referidas hacen dudar. De ser ciertas, obedecerían básicamente al hecho de que el país ha estado bastante aislado del resto del mundo, por la condición de paria conque es visto su gobierno usurpador. La experiencia de otros países indica la probabilidad de que Venezuela entre pronto en la fase de crecimiento exponencial de contagios, por lo que es menester aunar esfuerzos por tomar las previsiones necesarias ante tal riesgo. Alertar sobre ello fue la intención de la ACFIMAN.

Las Academias Nacionales, por sus estatutos constitutivos y por la vocación y conciencia ciudadana de sus integrantes, están al servicio de la nación. Están conformadas por científicos e intelectuales de alto nivel, cuyos conocimientos  siempre han sido puestos a la disposición de los formuladores de las políticas públicas. Lamentablemente, como lo atestigua el acoso y persecución del régimen a las universidades de mayor prestigio, quienes controlan el Estado desprecian el conocimiento científico y la verdad de los datos cuando éstos amenazan su poder.

Ahora pretenden arremeter contra la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. Nuevamente, se confirma la naturaleza oscurantista, retrógrada y represiva de quienes se encuentran todavía en posesión de los mandos del Estado.

El Observatorio Hannah Arendt, en atención a su compromiso con la defensa de los derechos humanos, así como del conocimiento científico puesto al servicio de la humanidad, condena de la manera más clara la bárbara insinuación de Diosdado Cabello en contra de la ACFIMAN. Manifestamos nuestra solidaridad con esta Academia y ponemos nuestro portal a la orden para la difusión de sus valiosos aportes al bienestar público.