Observatorio Hannah Arendt

Ante la realidad del deceso del Presidente Hugo Chávez deseamos el descanso de su alma y que la paz sea el cobijo de sus familiares, de sus amigos y de sus seguidores. Entendemos que hoy es un día en donde los llamados deben dirigirnos a la paz y a la unidad de una Venezuela polarizada y fragmentada. Es un día para expresar condolencias y para acompañar en su dolor a quienes han perdido un ser querido. Es un día para la reflexión, el análisis interno y para la concordia. Y en razón de nuestros objetivos y acciones desplegadas a lo largo y ancho del país, llamamos a la conciliación. Hemos difundido un mensaje de paz, de tolerancia y de unión; de responsabilidad y de activación del ejercicio democrático y ciudadano, sin violencia y sin discriminación y, en estas horas, ratificamos nuestras aspiraciones y vías para lograrlas.

En los momentos que hoy vivimos, como una Venezuela toda, además de la asunción de la pena, también es momento para exigir el cumplimiento de la institucionalidad pública, de la afirmación de los fundamentos republicanos que han caracterizado por decenas de años a este pueblo libre y democrático. Son momentos para analizar conscientemente nuestra carta de navegación y encontrar en ella los caminos que nos conduzcan inequívocamente a una paz y a una unidad tan sincera, como anhelada. Así, que a la franqueza de un pésame siga el comienzo de la reconstrucción de una hermandad. Es la hora del país todo.

El convencimiento, la vigencia y la permanencia de nuestros buenos deseos de hoy, pasan por reconocer en la Constitución Nacional y en sus mecanismos institucionales el faro que guíe la posibilidad cierta de construir el país que todos deseamos y que todos nos merecemos. Es en la lectura e interpretación conjunta de nuestra Carta Magna, en el acuerdo sobre sus orientaciones y mandatos y en el respeto de las instrucciones por ella estipuladas como vamos a hacer fuertes e indestructibles nuestros sinceros sentimientos de fraternidad y de concordia.

Convocamos a todo el país, a todos nuestros miembros, egresados, colaboradores y relacionados a expresar, de acuerdo a sus sentimientos y puntos de vista, su duelo, su solidaridad con el hermano que sufrió la pérdida pero, sobre todo, los invitamos a darle contenido y larga vida a esos sentimientos, uniéndolos al único instrumento que nos puede dar cohesión y viabilidad como país, el cual es nuestra Constitución Nacional

El Observatorio Hannah Arendt, el 6 de marzo de 2013.