El espacio Anna Frank, una organización venezolana sin fines de lucro, que promueve la coexistencia, el respeto y la valentía moral, ubicada en el municipio Chacao, estado Miranda, inició un ciclo de eventos destinados a los jóvenes con el título de “Panel de Jóvenes Líderes” En este primera edición brindaron la oportunidad de compartir con destacados miembros de proyectos que buscan un cambio positivo en distintos campos de la sociedad.

El primero en tomar la palabra fue Drai Cabello, representante de “Conbive”, una Asociación Civil para la Conservación de la Biodiversidad Venezolana, quien en su intervención dejó una cifra alarmante: de 36 organizaciones con fines ambientales que hacían vida en Venezuela, solo 4 permanecen activas. En sus palabras habló de los inicios de la organización, de sus distintos proyectos, de la importancia de darle su justo valor a la conservación del ambiente, aun cuando esto genere conflictos con tu seguridad personal, como ocurre en el país debido a las múltiples actividades ilícitas y altamente lucrativas a partir de los recursos naturales.

Celisbeth Palacios fue la siguiente en el panel y dejó a todos sorprendidos al presentar hasta 4 proyectos, “Aire a Venezuela” el primero, que tiene la intención de rescatar a través de escritos lo positivo de los venezolanos, “Prods” la segunda, la cual organizó recientemente un encuentro con hasta 17 organizaciones sociales en la ciudad de Caracas y tiene la intención de crear redes, de sumar el mayor número de voluntades para ese cambio que se busca en la sociedad y por última, una Consultora jurídica de derecho internacional. El cuarto proyecto del que habló fue de su experiencia en la 9na cohorte de Lidera, de la cual fue beneficiaria. Todo un ejemplo de creatividad esta joven venezolana.

La fundadora de VENMUN Jiselle Samaan, fue la tercera en participar y contó su historia de éxitos en dos Modelos de Naciones Unidas reconocidos, sin embargo su historia de liderazgo es haber creado una delegación venezolana con la intención de llegar a donde tradicionalmente no han llegado las mismas, como por ejemplo recientemente Londres.

Como representante de “Quiero un País”, habló Adriana Narvaez, quien inició su intervención con la pregunta a los asistentes de si tenían clara su vocación de vida, además de la invitación a encontrarla, porque cuando hayas algo que disfrutas hacer, cumplir cualquier meta relacionada a esa estimulación positiva, es más fácil. Su vocación es el ámbito de lo público, cambiar vidas, diseñar políticas públicas, ella es una venezolana que no se conforma con las dificultades que observa para todos sus compatriotas y pone su grano de arena en intentar cambiarlo.

El espacio Anna Frank manifestó su intención de seguir siendo un espacio para la coexistencia, el flujo de información y compenetración entre las distintas organizaciones civiles que siguen luchando en Venezuela, porque el emprendimiento y las ganas de sacar un proyecto adelante merecen ser apoyados y reconocidos.

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