Eduardo J. Betancourt

La nueva dirección petrolera venezolana, que sustituirá a la dirección actual el día D+1, enfrentará desafíos inmensamente superiores a los que en su momento enfrentó la anterior dirección petrolera, en el momento de la nacionalización. Entre los más grandes estarán:

  1. El desafío estratégico: Establecer el rumbo estratégico de la industria para optimizar la ventana de oportunidad que aún queda para los hidrocarburos de Venezuela
  2. El desafío competitivo: Lograr una excelencia operacional, que incluya la formación de las generaciones de relevo, técnicamente competentes y con una sólida cultura organizacional de ética, responsabilidad y excelencia, para ser capaces de competir a nivel mundial.
  3. El desafío comunicacional: Comunicar, y lograr un consenso, en la opinión pública y en los actores relevantes de la política y la sociedad civil, sobre la realidad petrolera de Venezuela y las acciones a seguir.

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