“Exhortamos al régimen del Sr. Maduro a reconsiderar las decisiones anunciadas sobre esta delicada materia y seguir las recomendaciones actualizadas de la Organización Mundial de la Salud, para el ajuste de las medidas de Cuarentena ante el COVID-19, (1) aplicando una matriz de enfoque situacional, por regiones, ciudades o municipios, usando el nivel de transmisión y los indicadores de capacidad de respuesta del sistema de salud, que permitan implementar y adecuar las decisiones más acertadas, sociales, económicas y de salud pública, de manera inmediata y oportuna en beneficio de la población.”

Este pronunciamiento de la Academia Nacional de Medicina, junto con la Sociedad Venezolana de Puericultura, la Alianza Venezolana por la Salud, la Sociedad Venezolana de Infectología, la Federación Farmacéutica Venezolana, y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, entre otras organizaciones de la salud fue dado a conocer ayer 29 de noviembre, luego de explicar en el documento las razones que sustentan la mencionada recomendación.

Por qué se debería reconsiderar la medida

“Ante los anuncios del Sr. Nicolás Maduro M. y otros voceros oficiales, de aplicar durante el mes de diciembre medidas amplias de flexibilización del confinamiento de la población por la pandemia de COVID-19 en el territorio nacional, y en consideración que dicha cuarentena y confinamiento es la única medida actual, necesaria y efectiva, para el control y reducción de la pandemia, mientras no existan vacunas ni medicamentos que modifiquen la evolución de la enfermedad, y que dicha decisión, al suspender drásticamente las estrategias de reducción de movilización de la población, aumentarán ineludiblemente el riesgo de contagios y la transmisión comunitaria de la enfermedad.

Que dicha decisión ocurre en un escenario nacional de incertidumbre, donde por la debilidad del sistema de vigilancia epidemiológica, no se conoce con exactitud el comportamiento de la epidemia, por regiones, ciudades y municipios y en precarias condiciones del sistema de salud, incapaz de dar respuesta efectiva a las demandas de salud de la población en condiciones normales y menos aún en una situación epidémica.

Entendiendo que las medidas de salud pública para controlar la epidemia, deben ser proporcionales, ajustadas a la realidad epidemiológica, oportunas, sustentadas en la legislación vigente y en tratados y acuerdos internacionales, y a la vez afectar lo menos posible las libertades individuales y los derechos de las personas y que produzcan la menor disrupción de la vida social y económica de la población.

Así mismo, que la aplicación de la flexibilización amplia, masiva, de la cuarentena por tiempo prolongado, -de facto-, dejaría sin justificación las razones extraordinarias que han sido invocadas para motivar, decretar y renovar un estado de excepción por alarma, y relajarían la percepción de la población sobre la necesidad de utilizar medidas de distanciamiento físico y otras estrategias de prevención de la enfermedad.”

(1) https://www.who.int/publications-detail-redirect/considerations-in-adjusting-public- health-and-social-measures-in-the-context-of-covid-19-interim-guidance