De izquierda a derecha: German Tortosa, Raúl Leoni, Jóvito Villalba y Horacio Cabrera Sifones. Bogota,1937 | Autor desconocido ©ArchivoFotografíaUrbana

Francisco Suniaga
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Al ver esta vieja fotografía, cualquiera pensaría que fue tomada en Chicago en medio del más crudo invierno y que los personajes en ella eran funcionarios de algún buró federal estadounidense. Mas no es así, bien visto constituye una prueba irrefutable de que el calentamiento global es una realidad pues se tomó en Santa Fe de Bogotá, en 1937. Los retratados son: Germán Tortosa, el primero a la izquierda, unos de los fundadores del sindicalismo en Venezuela. En el extremo derecho está Horacio Cabrera Sifontes, prohombre guayanés, empresario, escritor y político que, entre otras posiciones, fue gobernador del estado Bolívar durante el gobierno de transición 1958-1959.

Los dos personajes del centro, por si no los han reconocido, son Raúl Leoni y Jóvito Villalba, dos de los titanes de la democracia venezolana. Para la fecha de la fotografía tienen 32 y 29 años, respectivamente, y, como es historia, ya eran unos políticos curtidos con largos exilios, en particular Leoni, y varios años de prisión, como era el caso de Jóvito, que había pasado 6 años preso en el castillo de Puerto Cabello.

Habían confrontado a la funesta dictadura de Gómez, incluso por las armas, y demandado a López Contreras las reformas democráticas que reclamaban los venezolanos. Por esto último, tras participar y dirigir las protestas masivas de 1937, fueron expulsados de Venezuela y enviados al exilio. Durante ese extrañamiento (que no sería el último porque aún debieron padecer el que les impusiera la dictadura de Pérez Jiménez), se retrataron en Bogotá.

Con la nueva arremetida del autoritarismo sobrevenida con el siglo, a los líderes democráticos venezolanos de estos tiempos también les ha tocado sufrir la ordalía de la cárcel, el exilio y las persecuciones. Y además, para hacer más duro su infortunio, se les denuesta y agrede a través de las redes sociales, un complemento novedoso a las penas impuestas por los autócratas.

Francisco Suniaga. Prodavinci.  09 de julio de 2018.