Fotografía del 10 de septiembre de 2019 de un ejercicio militar de las fuerzas del régimen de  Nicolás Maduro en el aeropuerto Francisco García de Hevia, en la población fronteriza de La Fría en el estado de Táchira, Venezuela. AP/Rafael Urdaneta Rojas

– Por VENAMÉRICA

El régimen criminal, además de la crisis humanitaria a lo interno, ha originado una migración de magnitud jamás vista en nuestro continente, afectando social, económica y políticamente a todos los países de América

Venezuela está en guerra y el continente lo está, ante la “mirada vigilante”, pero sin acción definida de la comunidad internacional, que no articula en su conjunto acciones concretas y contundentes

 

Por LUIS CORONA y PACIANO PADRÓN

Lo que sucede con el régimen de Maduro no es cuestión solamente de los venezolanos, incumbe a todo el continente y más allá, sus consecuencias directas afectan no solo a nuestros más cercanos vecinos, a Colombia y Brasil, sino que alcanza también a otros. Hoy Venezuela está sometida al crimen organizado, los líderes del régimen tienen expedientes delictuales, han sido inculpados de narcotraficantes, de protectores del terrorismo internacional y de organizaciones guerrilleras que atentan contra la paz, todo esto bajo la conducción del régimen castro comunista, con la contribución bélica de Rusia, el soporte económico de China y negociaciones con Turquía e Irán. Venezuela está en guerra y el continente lo está.

Estamos en presencia de un Estado forajido, como lo demuestra la destrucción de toda la capacidad de producción, incluida la industria petrolera, encontrándonos hoy en el caos económico y social que origina hambre ya crónica en el 70% de la población. Estado forajido desconocido por los principales países democráticos del mundo, por su continua y flagrante violación de los derechos humanos, tal como lo refleja el alarmante informe de Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas. Estado forajido que incumple leyes y convenios internacionales que tienen como finalidad la preservación del orden y la paz mundial.

El régimen criminal, además de la crisis humanitaria a lo interno, ha originado una migración de magnitud jamás vista en nuestro continente, afectando social, económica y políticamente, en mayor o menor grado, a todos los países de América, poniendo en peligro su paz, seguridad y estabilidad. Según el estudio “Diáspora”, hecho en el segundo trimestre de 2019 por Consultores 21 –asociados de VenAmérica– la diáspora no solo sigue creciendo, sino que el 25% de los venezolanos que continúan en el país, están decididos a abandonarlo, con destino ya seleccionado.

El éxodo es hoy superior al 20% de la población total, y tiene la intención de duplicarse en los próximos meses Estamos ante las consecuencias de una guerra no convencional, donde el régimen del crimen organizado ha venido ganando batallas en forma progresiva, produciéndose en estos momentos un “genocidio”, si lo evaluamos por las muertes que a diario se producen por hambre, falta de adecuado tratamiento médico y por la delincuencia desbordada.

Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y de la policía del régimen de Nicolás Maduro intentan contener a vecinos que protestan por la falta de agua potable en un barrio de Caracas, Venezuela. AP/Andrea Hernandez Briceño

Venezuela está en guerra y el continente lo está, ante la “mirada vigilante”, pero sin acción definida de la comunidad internacional, que no articula en su conjunto acciones concretas y contundentes.

Desde VenAmérica hemos convocado la acción de los Estados miembros del TIAR, a los parlamentos de los países miembros, a la sociedad civil organizada y a los medios creadores de opinión pública. Se acabó el tiempo de la retórica declarativa, es hora de pasar a la acción. Los Estados y los poderes que los conforman, incluyendo a sus fuerzas armadas, deben concientizarse de que más adelante puede ser demasiado tarde para el continente.

Por todo lo expuesto, los Estados miembros del TIAR no deberían dar más dilación a su actuación para la seguridad y paz de la región, y la ONU debería dar un paso de acción hacia adelante. Lo declarativo tuvo su tiempo. Venezuela está en guerra y el continente lo está. El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, es hoy un instrumento válido. Manos a la obra.

 presidencia@venamerica.org. Los autores son el presidente y el director de VenAmérica, respectivamente

https://www.diariolasamericas.com  16 de septiembre de 2019